"C.C.C.eando"

¡Hola a todos y a todas! Tenía este pedacito de blog abandonado hace días pero no por voluntad propia ni por falta de interés, sino por las cosas que me ocupan normalmente al final de un período de estudio. Ya saben, tareas, trabajos, proyectos finales y exámenes.
Acerca del último encuentro les cuento lo siguiente:
La reunión estuvo genial, como siempre. Todas las veces se vacila muchísimo, estos chicos no cambian y tienen unas ocurrencias, que uno pasa riéndose toda la velada. Esta vez llegaron Chico, Erick, Marcelo, Roberto, Jorge Isaac, Don Victor, Marco Vinicio y yo. Fue muy grato verlos a todos. Para la siguiente se espera la presencia de Juan Meneses, no se la pierdan...
Ya el lugar esta contratado para el 19 de noviembre, es en San Rafael de Heredia como les habíamos comunicado, se llama Montelandia y sólo nos queda contratar el catering, la disco y preparar el diseño de las camisetas que vamos a dar de recuerdo. Es probable que en la próxima reunión definamos la fecha límite para que se haga el depósito de la cuota, en vista de que el catering debe contratarse con base en el número de personas confirmadas.
Adolfo ya apareció, lo cual nos deja con una persona faltando de ubicar en San Pedro (John Sánchez) y dos en Cartago (Ileana Cruz y Alexander Jiménez).
¿Ya hiciste tu depósito? Hay dos números de cuenta que se enviaron por correo electrónico, una en el Banco Popular y otra en el BAC San José, las dos a nombre de Erick Guillén.
La próxima cita será, muy posiblemente, en la segunda semana de Julio. ¡Te esperamos!

Sorprendida. Así me tiene la velocidad con que una idea o un deseo toma forma, color y vida cuando la intención de hacer las cosas existe.
Me refiero a la idea que surgió en estos días por parte de Marcelo Magallón y Erick Guillén (con la participación testimonial vía electrónica de otros cuantos de nosotros, y por nosotros hablo de egresados del CCC) de retomar y reavivar en forma proactiva la Asociación de Egresados de los CCC.
Todo surgió con una pregunta sencilla: ¿qué ha sido de la ADECCC? A partir de ella se dio un va y viene de correos electrónicos entre los dos compañeros mencionados, en el que (con una velocidad fascinante e increíble) se manifestaron, formaron y visualizaron grandes objetivos, completamente realizables en pro de los Colegios Científicos y sus estudiantes.
Yo me confieso culpable de no haber participado en la creación e inicios de dicha Asociación (más por motivos geográficos que por deseos de hacerlo) pero así mismo confieso que las ideas que circulan desde esta semana pasada con respecto al tema me llaman poderosamente la atención. Entre ellas están la de crear un fondo de becas para los estudiantes de CCC que lo necesiten, donación y dotación de equipo para los colegios, construcción de más instalaciones propias (la Asociación Constantino Láscaris, creada con casi los mismos objetivos que la ADECCC, se encargó de construir el CCC de San Pedro) y mil cosas más.
¿Ya ven? Las famosas reuniones desatadas por la actividad de XV Aniversario están rindiendo frutos (no sólo pa´armar un baile, como dijo Marcelo), por lo menos de semillero de ideas. El tema sigue el jueves, en la reunión de ese día.

Los mantendré informados.

Hoy fui a almorzar con Marcelo Magallón, a quien tenía unos 200 o 300 años de no ver. Muchos años. Así montón de años también, estoy segura que muchos tienen de no ver a otros. Hablamos mucho, pero el tiempo no alcanza a veces para contar y resumir todo lo que nos ha pasado en tantos años, por lo que quedaron muchos temas por fuera. Como Marcelo me dijo, contamos en décadas el tiempo sin vernos y sin hablar, y bajo ninguna circunstancia las cosas deberían ser así. Sé que a veces es difícil mantenerse en contacto, pero no hay que ser tan dejados. La llamada de atención va para todos en ese aspecto.
Pero bueno, ya eso está por remediarse con la actividad que planeamos, a partir de la cual esperamos sea más fácil seguir comunicándonos.
Luego, llegando al Tec me topé con Alex Carballo a quien le pegué una jalada de orejas por perderse tan feo. Hoy se me salieron los dotes de mamá regañona. Mientras hablaba con Alex, aparecieron por ahí los chicos físicos del CCC que trabajan en el Tec: Don Juan y Alvaro Amador. Si me hubiera propuesto verlos a todos, no lo habría logrado.

La visita de hoy al Tec (en términos de la actividad) fue un éxito. Y el día en general también. Detallo: primero, encontré a nuestro escurridizo y querido director del CCC Cartago. Lo de escurridizo lo digo en broma, yo sé de sobra que es un hombre hiper-ocupado. Ha de tener las manos llenas con ese poco de chicos científicos que además de inteligentes deben ser súper ingeniosos y estar en constante búsqueda de cómo portarse bien. Me alegró muchísimo ver a Don Juan. Tenía varios años de no verlo y les debo contar que lo vi muy bien. Su carácter amable, su conversación amena y su eterna disposición no han cambiado para nada. ¡Las historias que me contó! Me reí tanto con su respuesta cuando le pregunté (sólo por el vacilón) si los pollillos CCC de las siguientes generaciones se portaban mejor o peor que nosotros. Me habló con tanto cariño de su labor en el cole (para la cual imagino se debe tener una paciencia y una vocación infinitas) que se nota que ama lo que hace. Y eso es excelente. El rato que conversé con él se me fue volando, tanto así que llegué tarde a clases; pero fue muy provechoso porque, aparte de las risas que me provocó con sus historias, me prometió ayudarme con la localización de algunos de los profesores de nuestra época. Bueno, eso fue con Don Juan.
Segundo, vi a Álvaro Amador a quien no veía desde que nos graduamos. Está igualito, sólo que más delgado. El mismo Álvaro simpático y agradable que recuerdo. Hablamos rápido pues yo ya entraba a hacer examen (el único des-éxito de la jornada...mea culpa, casi no estudié) pero igual, me alegró montones verlo de nuevo y encontrar que su personalidad no ha cambiado.
Tercero, ya ubiqué a Ingrid. Hablé con ella hace un rato y ya quedamos de acuerdo para enviarle toda la información.
¡Por fin! Ya solo faltan dos de Cartago y dos de San Pedro.